La crisis política en Venezuela en la perspectiva del Sistema Interamericano de Derechos Humanos

Autor Carlos Lusverti 

Se realiza una revisión de los informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que han incluido a Venezuela en el capítulo V, por cuanto al Comisión ha entendido que existe una situación grave, que afecta los derechos humanos en el Estado en cuestión. Esta revisión ha permitido caracterizar cinco períodos o etapas, de acuerdo a los hechos ocurridos, los derechos afectados

• Avances y retrocesos hacia la democracia participativa (1999 a 2003)
• Instalación de la polarización y discriminación política (de 2003 a 2006)
• Implementación del socialismo autoritario y personalista (de 2007 a 2012)
• La mutación hacia una democracia autoritaria (de 2013 a 2016)
• Crisis económica y ruptura del estado democrático de derecho (2016 en adelante)

Una vez presentado su primer informe respecto del país[1] en 2003, la Comisión dedica sus informes en general a monitorear el comportamiento, de los problemas identificados en el informe país 2003, junto con los eventos más relevantes de los diferentes años cubiertos por el respectivo informe.

La CIDH identifica aspectos que serán recurrentes como problemas estructurales asociados a la crisis política y que a nuestro juicio han contribuido a agravarla, o han sido un factor que ha contribuido a su profundización.

• Violencia y restricciones indebidas a la libertad de expresión
• Restricciones al ejercicio de derechos políticos
• Debilidad de la independencia del Poder Judicial y del estado de derecho
• Restricciones al escrutinio del sistema interamericano
• Restricciones al trabajo de la sociedad civil independiente

Uno de los fenómenos que destaca, es la forma como en la medida que la crisis política se ha ido profundizando, se ha agudizado la debilidad de las instituciones democráticas y con ellas se han extendido las violaciones a los derechos humanos, dentro de lo que se caracteriza como una crisis o emergencia humanitaria compleja, donde hay una situación de violación de derechos humanos múltiples que atiende a un conjunto de factores.

Así, incluso violaciones endémicas, que en principio aparecían como un problema de derechos humanos no vinculado a la crisis política como los son los abusos policiales y las debilidades en materia de seguridad ciudadana, comienzan a verse agravados por los efectos de la crisis y discriminación política. De este modo, por ejemplo, como se reseña en los informes más resientes de la Comisión reseña como junto a un debilitamiento de la situación de la seguridad ciudadana, se observa una tendencia a la militarización de la seguridad o la misma politización que afecta los derechos económicos, sociales y culturales (en particular los derechos a la salud y alimentación) derivados a nuestro juicio de la exagerada polarización y politización, que termina por afectar negativamente el disfrute y garantías de los derechos humanos integralmente.

Igualmente, de la revisión elaborada, se desprende que hay una relación constante entre violencia política y afectaciones a la libertad de expresión e información, que incluye (pero no se limita) a las afectaciones al trabajo de los medios de comunicación. En momentos de elevada conflictividad este derecho directa e indirectamente es el más afectado.

Un segundo elemento constate, de la revisión efectuada es la relación entre el debilitamiento del Poder Judicial Independiente, y con ello su capacidad para prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones de derechos humanos, con su politización (Como una nota que afecta su independencia e imparcialidad) y con ello el empeoramiento de la crisis.

Una tercera constante apreciada, es la de restricciones al trabajo libre e independiente de la sociedad civil, la cual se viene agravando durante los períodos analizados, en este caso de una relación tensa con algunos sectores de la sociedad civil, en particular, se observa no solamente como existen políticas para promover deliberadamente organizaciones afines a los intereses del gobierno, sino la restricción, afectación e incluso persecución de organizaciones independientes, siendo particularmente graves los casos de las y los defensores de derechos humanos o las organizaciones sindicales y sus dirigentes.

Finalmente, un elemento más es el debilitamiento de los compromisos y escrutinio del sistema interamericano, no solamente de los órganos de protección de derechos humanos, sino también de sus órganos políticos. Desde 2002 en que el presidente Chávez agradece a la Comisión Interamericana su visita y sus diligencias durante los eventos de abril de 2002 hasta la ruptura de la Convención Americana de Derechos Humanos, con su inconstitucional denuncia en 2012, como una estrategia para evitar el escrutinio de la CIDH hasta el anuncio de retiro[2] de Venezuela de la OEA, evitando así la posibilidad el escrutinio de la propia Comisión.

[1] Para el momento de elaboración de este documento, la CIDH ha elaborado tres informes sobre País relativos a Venezuela (2003,2009 y 2017)

[2] Venezuela anunció que se retiraría de la Organización de Estados Americanos (OEA) en el año 2017; según las disposiciones de la Carta de la OEA esta renuncia solamente sería efectiva dos años después de formalizada, esto es abril de 2019.