HOJA de RUTA para una transición política en Venezuela

 

  1. ENTORNO / CONTEXTO

La historia nos indica que hasta 1978 la democracia venezolana se mantuvo en un proceso de consolidación, reconocida por la comunidad internacional. Con el llamado “Viernes Negro” (viernes 18 de febrero de 1983) se inicia una crisis económica estructural con la devaluación de la moneda que genera grandes deudas sociales. Para el año 1999, Venezuela entra un proceso de desmantelamiento paulatino de toda la estructura democrática que se había forjado en los 40 años anteriores.

La inestabilidad política, exacerbada con el ciclo de protestas ocurridas en febrero del 2014, alcanzó su punto máximo en las protestas de registradas en el primer semestre del año 2017. Desde abril hasta julio, se registró una ola de manifestaciones ciudadanas exigiendo derechos políticos y sociales, que fue un record en la historia de Venezuela, en esos 4 meses se documentaron 6.729 acciones de calle. El 30 de julio de ese mismo año, el gobierno impuso la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) disminuyendo considerablemente la acción e impacto de la Asamblea Nacional elegida por votación popular en diciembre del 2015, lo que dejó al descubierto la división y falta de contundencia por parte del liderazgo opositor para hacerle frente a esta arremetida del gobierno. En este año, Venezuela entra en un proceso de híper inflación que ha venido agravando la situación socio-económica, generando un éxodo de personas de grandes dimensiones a países vecinos, causando preocupación internacional. Esta preocupación se ha traducido en sanciones a funcionarios del régimen por violaciones de DDHH y presunta vinculación al narcotráfico y terrorismo.

Con el desconocimiento expreso de las potestades de la Asamblea Nacional  y la inconstitucional instalación en julio de 2017, de una Constituyente que elimina el voto universal, directo y secreto, el año 2017 culmina con la profundización del talante anti democrático del actual gobierno de Venezuela. Tendencia autoritaria que se confirma con la convocatoria y realización de unas adelantadas elecciones presidenciales celebradas el pasado 20 de mayo, marcadas por una total ausencia de transparencia y apego a las Leyes Electorales por parte del Poder Electoral (CNE) y un ventajismo exagerado por parte del gobierno actual. En consecuencia, a la fecha más de 40 países en América y Europa, no reconocen estos resultados de tales comicios por ilegítimos.

Durante todo el primer semestre del 2018, continuamos en un entorno de alta conflictividad, con una alarmante profundización de la crisis política, social, económica,  sanitaria y alimentaria en todo el territorio nacional, y lamentablemente por el momento, son pocas las perspectivas de solución en un futuro cercano. El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) registró 850 protestas durante el mes de mayo de 2018, equivalente a un promedio de 28 diarias.

En este contexto, hoy más que nunca, sigue vigente la necesidad de comenzar a implementar mecanismos de negociación política, como la única opción de destrancar el juego democrático, reafirmando la importancia de poner en marcha estos procesos de justicia transicional que están contemplados en el presente proyecto.

  1. JUSTIFICACION

Lograr un cambio político hacia un sistema más democrático, implementando los mecanismos de justicia transicional adecuados para la realidad venezolana. Esto permitirá:

  • Allanar el camino a los actores del cambio para un proceso de transición con el menor coste social, garantizando gobernabilidad.
  • Recuperar el Estado de Derecho y en consecuencia, la autonomía de los poderes del estado para reconstruir la institucionalidad democrática de la nación.
  • Reconocer y dar respuesta a las víctimas del conflicto provenientes de todos los de todos los sectores.
  1. ABORDAJE

En cuanto a las estrategias, estas varían de acuerdo a cada escenario. Sin embargo, lo ideal es que haya un conjunto de acuerdos iniciales generales que permitan ir avanzando en la definición de prioridades, selección de mecanismos y herramientas que garanticen en alguna medida el logro de los propósitos que acompañan a cada escenario.

En este punto de los escenarios, primero tenemos que darle una dimensión al problema y revisar las variables para con propiedad, poder esbozar posibles estrategias que nos permitan cumplir con nuestros objetivos.

DIMENSIONES de la crisis venezolana:

Costo de la Represión: violación de DDHH y principios Democráticos

Variables:

  • Deslegitimación interna – opinión pública: (70%)
    • Alta: (2) Opinión de todos los sectores políticos es desfavorable al gobierno.
    • Media: (2) Opinión de los sectores sociedad civil es desfavorable al gobierno.
    • Baja: (1) Opinión de los sectores de oposición es desfavorable al gobierno.
  • Deslegitimación externa– organismos multilaterales (30%)
    • Alta: (2) Sanciones económicas y políticas individuales y colectivas. Expulsión de Venezuela de organismos internacionales (OEA, ONU).
    • Media: (2) Sanciones económicas y políticas individuales y colectivas.
    • Baja: (1) Sanciones económicas y políticas individuales

Crisis socio-económica

Variables:

  • Nivel de inflación y costo de la vida/salarios. (70%)*
    • Alta: (2) Híper inflación, más de 1000% anual
    • Media: (2) Alta inflación, más del 100% anual
    • Baja: (1) Baja inflación, por debajo del 100% anual

*Comisión Finanzas Asamblea Nacional – Junio 2018: Mayo cerró en 110,1%, según el índice publicado por el Parlamento.

  • Nº de protestas por falta de acceso a bienes y servicios. (33%) **
    • Alta: (20) más de veinte protestas diarias a nivel nacional y/o huelgas continuadas.
    • Media: (2) dos protestas diarias a nivel nacional y huelgas por sectores.
    • Baja: (1) al menos una protesta semanal a nivel nacional.

**El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) registró 850 protestas durante el mes de mayo de 2018, equivalente a un promedio de 28 diarias.

 

Antes de pasar describir los posibles escenarios, desde Paz Activa consideramos que el escenario electoral debe ser el ideal para dirimir y legitimar la ruta que debe seguir Venezuela para superar la crisis. Sin embargo, estamos conscientes que en primer lugar, se debe recuperar el Estado de Derecho y la autonomía de los poderes del estado para devolver la legitimidad al Poder Electoral  para que confiera a la consulta popular, la dimensión y el peso político que poseen en un contexto democrático.

  1. ESCENARIOS

ESCENARIO 1 – Explosión Social Controlada; Salida Negociada del Poder

Los factores socio-económicos, la falta de respuesta del Estado a necesidades básicas y escalada de la represión y violación de los DDHH, son detonantes de movimientos sociales anárquicos que llevan la vida cotidiana a un paro. Huelgas, paros y protestas a nivel nacional por un tiempo indeterminado con niveles de violencia altos en costos de vidas humanas y paro de la economía, llevan al gobierno a la mesa de negociación para salida de la crisis. Alto costo político y social. 

ESCENARIO 2 – Alta Conflictividad Social; Plebiscito o Elecciones. Condiciones negociadas

Los factores socio-económicos, la falta de respuesta del Estado a necesidades básicas, el colapso de los sistemas de salud, transporte y educación, incapacidad económica del Estado para sostenerse en el poder, la escalada de la represión y violación de los DD HH; y la presión internacional llevan al gobierno a la mesa de negociación para salida de la crisis. Aun con cierto capital político, el gobierno quiere medirse en una contienda electoral. Sin embargo, primero deberán cumplirse ciertas condiciones de restitución de orden político e institucional para que las elecciones o plebiscito tengan la legitimidad que permita que el reconocimiento de los diferentes actores, mediadores y por la ciudadanía en general. Es una salida electoral de bajo coste social y político. Enfoque de Justicia Transicional y de reconciliación integrados.

 

ESCENARIO 3 – Continuidad de calendario y condiciones electorales. Salida electoral

Los factores socio-económicos, la falta de respuesta del Estado a necesidades básicas y escalada de la represión y violación de los DDHH son moderadas y administradas por el gobierno. Logran estabilizar la economía ligeramente y mantenerse vigentes en el escenario internacional. Juegan al tiempo y logran llegar a término el período presidencial. El deterioro del gobierno se traduce en triunfo electoral de la oposición o una fórmula intermedia.

 

ESCENARIO 4 – Instalación de nuevo sistema electoral unipartidista. Avanza el Socialismo

El sistema electoral “burgués”, es desmontado por el gobierno a favor de elecciones corporativistas (similar a la que se dio para elegir la ANC) que se ajustan a la nueva arquitectura del poder. Los partidos políticos de oposición entran en clandestinidad y se fortalece el partido único de gobierno. Avanza el proyecto socialista hegemónico del gobierno. No hay transición democrática.

 

  1. CONCLUSIONES

La situación del país es de alta complejidad. Muchos analistas han errado en sus pronósticos sobre el posible escenario en que puede desembocar la aguda crisis que enfrentan los venezolanos. Quizás que para un pequeño segmento de la sociedad, la situación no es grave, sino favorable, pero parece que la mayoría del país sufre los embates de la inflación y la falta de bienes y servicios.

Nos obligamos a pensar que a pesar de la situación actual, podemos transitar una ruta que conlleve el menor costo social y garantice los mayores niveles de gobernabilidad en cara a un cambio de gobierno que represente mejorías en el manejo de los asuntos del Estado y que a su vez se re institucionalice, respetando los DDHH y el juego democrático.

Cualquiera de los escenarios planteados, dan cabida a algún tipo de accionar vinculado a la Justicia Transicional. Inclusive, en el escenario donde no hay transición, nos referimos a que no habrá una en el corto o mediano plazo, pero claramente si habrá una transformación del Estado que se ajuste mejor a la normativa internacional a la cual están sujetos los gobiernos. Creemos que la sostenibilidad de un gobierno autoritario como los que tenemos en Cuba y Corea del Norte, es precaria. Otros como la China y Rusia, buscan occidentalizar sus gobiernos. Por lo tanto, no es de suponer que el socialismo populista concebido desde el chavismo tenga viabilidad a largo plazo.

Es por ello que no se deben descartar los esfuerzos desde la sociedad civil de mantener la memoria histórica de lo sucedido, buscar la verdad, coadyuvar en las reparaciones y garantizar la no repetición de las violaciones de DDHH que generó la conflictividad social, producto de la imposición de un modelo de gobierno que no compartía la mayoría de la población.